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Utiliza los videojuegos para potenciar tus habilidades laborales

Tradicionalmente el consumo de videojuegos estaba asociado al ocio y el entretenimiento, pero los estudios de los últimos años demuestran fehacientemente que el uso de estos programas ayuda a mejorar las llamadas habilidades blandas o soft skills. De hecho, muchas empresas han implantado ya la formación de sus equipos a través de aplicaciones de videojuegos.

Las estadísticas nacionales sobre el perfil de los usuari@s de videojuegos señala que el 42% de los jugadores/as tiene entre 25 y 44 años, es decir, están en la etapa de mayor crecimiento profesional. Además, la mayoría de estos jugadores/as empiezan ya a ser nativos digitales, con lo que todos los entornos tecnológicos resultan inherentes a su propia cultura y educación. Por este motivo, la implantación del aprendizaje a través de herramientas que ya les son familiares, resulta mucho más útil y ofrece un resultado óptimo.

En Grupo Noa’s, como expertos en Recursos Humanos queremos darte nuestra visión de cómo los videojuegos están siendo ya utilizados para reforzar equipos.

 

¿Qué habilidades enseñan los videojuegos?

Las capacidades que aportan los videojuegos son fundamentalmente, aquellas que tienen relación con el liderazgo, el trabajo cooperativo, comunicación, el pensamiento crítico, la motivación personal, la estrategia e incluso, en algunos casos, la coordinación y habilidad motriz.

La principal diferencia la marca el tipo de juegos que utilicemos. Los de rol, los bélicos o los deportivos. Cada uno conlleva unas connotaciones diferentes y, tanto a nivel personal como formativo dentro de la empresa, servirá para potenciar algunas de esas habilidades blandas de las que hemos hablado.

Algunas de las habilidades más destacadas que pueden reforzar a través de los videojuegos son:

  • Socialización: A pesar de que siempre se ha asociado los videojuegos con la introspección y la soledad, ésto no es así en general, ya que en muchos juegos es necesario cooperar con otro jugadores y generar estrategias conjuntas que vayan enfocadas a la consecución de un objetivo en el juego. Por lo que con estas actitudes, se potencia el trabajo en equipo y la colaboración.
  • Control emocional: en muchos juegos es necesario marcarse metas y superarlas enfrentándose a sacrificios y tener que asumir también las derrotas.
  • Pensamiento crítico: Jugar a la mayoría de videojuegos requiere de procesos de memorización y multitarea. Capacidad de aprendizaje y agudeza visual, así como el desarrollo del análisis y procesamiento de información visual y auditiva. Todo ello aporta unas habilidades de agilidad mental de difícil consecución a través de otras herramientas.
  • Promoción de los valores: También a través de las diferentes situaciones y roles de los videojuegos, los participantes desarrollarán valores como la disciplina, la perseverancia, la paciencia, el sacrificio y la autosuperación.
  • Coordinación y motricidad: Las necesidad de tener bajo control diferentes escenarios y personajes, entrena competencias motrices que valen la pena, sobre todo para profesionales que deben controlar diferentes funciones o dedicarse a la conducción. Además, la conceptualización espacial que aportan estos juegos es una capacidad nada desdeñable.

 

En definitiva, los expertos en Recursos Humanos trabajan ya con la aplicación de los videojuegos para potenciar las habilidades de los empleados/as o tienen en cuenta la pericia previa adquirida como usuarios de estas herramientas que, hasta ahora, formaban parte del ocio y que son ya material para impulsar equipos.