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Consejos para impulsar la cultura organizacional de tu empresa

Los avances en la mejora de procesos en las empresas no solo se han producido en el ámbito tecnológico y digital. También el progreso en la gestión empresarial es más que una tendencia. Es un hecho.

Aquellas compañías que quieran crecer de manera sostenible, mejorando su imagen corporativa, el clima laboral y aprovechando al máximo el rendimiento y el talento del equipo deberán incorporar innovadoras acciones de desarrollo organizacional.

Esta cultura organizacional se consigue de partida con un profundo análisis y reflexión sobre los valores de la empresa, su motivación, sus objetivos y los recursos que es capaz de imprimir para poder mejorar su actividad. Además, una de las condiciones sine qua non es posible una buena cultura organizacional es que haya sintonía entre empresa y empleados/as

En Grupo Noa’s desde nuestra división de Noa’s Consulting, somos expertos en desarrollo organizacional. Por eso, queremos darte algunas claves sobre cómo incorporar los procedimientos que llevan a una buena cultura organizacional y, con ella las ventajas que representa para la empresa.

10 consejos para mejorar el desarrollo organizacional de tu empresa

  1. Transparencia: Comparte los valores de la cultura de la empresa. Los datos y los objetivos con todo el equipo. Haz conocedores a todos de los proyectos que se desarrollan para que todos se sientan parte del trabajo de la organización y de su éxito. La transparencia se transforma en confianza
  2. Innova en Recursos Humanos: la configuración de tu equipo es la piedra roseta de la cultura empresarial. Seleccionar a los mejores perfiles y construir pieza a pieza un equipo cohesionado, con un buen clima laboral y con las técnicas innovadoras en gestión de recursos humanos, es imprescindible.
  3. Reconocimiento a la excelencia: Destaca a los empleados/as que aporten mejores ideas, que sean más proactivos y contribuyan a la mejora de la gestión y la productividad. El reconocimiento se traduce en motivación.
  4. Potencia al equipo: Los trabajadores y trabajadoras no son entes aislados ni deben desarrollar su labor como tales. Unidos son más potentes. Estimula la colaboración. Afianza las relaciones personales del equipo e impulsa la fuerza del grupo. Hacer equipo reporta fortaleza a la empresa.
  5. Impulsa la autonomía de los empleados y el liderazgo: También dentro del ámbito de los recursos humanos es importantísimo dar libertad a las mentes pensantes y privilegiadas. Haz que los líderes que se esconden en el equipo se sientan empoderados para tomar la iniciativa. El liderazgo positivo se convierte en progreso.
  6. Flexibilidad: No des nada por inamovible. Vivimos en un mundo cambiante y es necesario no anquilosarse. Saber adaptarse y ser flexibles nos ayuda a mejorar la actividad y la productividad de la empresa.
  7. Comunicación: No estamos solos. Esto es una verdad radical. Formamos parte de todo un tramado socioeconómico y debemos comunicar para existir y ser potentes en nuestra sociedad. Ojo, comunicación en sus dos vertientes. La comunicación externa, de cara al público exterior y la comunicación interna, que es la piedra angular de un equipo cohesionado.
  8. Resiliencia: Las últimas crisis económicas y la sociosanitaria de la covid nos han enseñado que no vale rendirse. Saber sobrevivir es vital para seguir latiendo. Las compañías que pongan en el prisma de sus valores la resiliencia, ya tienen ganada media batalla de cualquier cosa que se les ponga por delante.
  9. Fidelidad a los valores: Como hemos señalado antes, es fundamental que la empresa tenga afianzadas las bases de su cultura organizacional. Es como saber la meta a la que se pretende llegar y las herramientas que no pueden faltar en el camino. Debemos saber quiénes somos y qué queremos para que nuestra brújula empresarial siempre apunte al éxito.
  10. Visión estratégica: Al igual que los valores, debemos considerar que la cultura y el desarrollo organizacional son parte de la propia estrategia de la empresa. Darle el valor que merece a estos aspectos son vitales. Y, por ende, hay que dedicar tiempo a cultivar y promover esta cultura que conlleva de manera inmediata beneficios para la empresa, tanto en el plano humano como económico.