A la hora de llevar a cabo una entrevista de trabajo con un profesional de recursos humanos, no solo cuenta lo que se dice, sino también la expresión física. El lenguaje corporal puede llegar a ser decisivo a la hora de conseguir una plaza.
Para usarlo provecho propio y evitar que traicione al propio interesado, los expertos aconsejan lo siguiente:
– Mostrar seguridad: el saludo puede transmitir mucho, así que trata de dar la mano de modo firme y sonreír cortésmente.
– Adoptar una postura cómoda: se tomará asiento con naturalidad evitando moverse constantemente. Es preferible mantener una posición erguida, evitando inclinarse hacia cualquiera de los lados.
– Mirar a los ojos, pues lo contrario da muestras al entrevistador de que su interlocutor no cree lo que dice. Además, el contacto visual permite una mayor empatía con aquel.
– Evitar los tics nerviosos: analizar el comportamiento ante un estado de ansiedad y tratar de eludir en ciertas conductas como comerse las uñas ni mesarse el pelo.
– En cuanto a la gesticulación, debe guardarse un término medio, evitando posturas como guardarse las manos en los bolsillos, que denotan dejadez, o movimientos bruscos o exagerados que pueden interpretarse como un signo de falsedad o exageración. A su vez, tampoco deben cruzarse los brazos ni frotarse las manos, actitudes ambas que sugieren una actitud defensiva, en el primer caso, o de impaciencia en el segundo.
Varios estudios coinciden en que estos aspectos son los principales que se deben tomar en cuenta a la hora de cualquier entrevista laboral, aunque esté buscándose un trabajo temporal. A nivel general debes mostrarte como una persona simpática, pero también responsable y educada. Si se opta a un puesto donde se valora la capacidad de liderazgo empresarial, deberán demostrarse también rasgos de una persona segura y capaz de tomar decisiones.